El día de las mascaradas

Las máscaras se utilizaban ya en el teatro clásico para que los espectadores prestaran más atención a los textos que a la belleza de los actores. Normalmente eran grotescas o inexpresivas, más tarde el público las utilizo para proteger su identidad y celebrar los carnavales a lo bestia sabiendo que nadie los reconocería.

Actualmente las hemos reinventado pero tipo siglo XXI, la cara es la de siempre pero lo que se oculta es la intención del que habla. Todo un galimatías para el ciudadano de a pie que cada día va cogiendo más experiencia en tramposos.

Aunque siguen con la cara tapada, a los encapuchados se les notaba el sonrojo y la vergüenza si realmente la tienen. No querían..... avisaron.... la bomba....los pactos.... Imaz.... Demasiadas entelequias en un movimiento que esta totalmente quieto, sin ideas, sin razones, sin futuro, hoy los encapuchados comienzan a entrever su derrota. Hace unos días decía que había nombres y apellidos, hoy hay detenidos, pero..... hay bastantes más nombres y apellidos y habrá sorpresas gordas en breve. ( Nuevo juego del adivino ).

Otros que pertenecen al mundo del espectáculo son los músicos, como en todo hay buenos, malos, malísimos y los triunfitos. Los buenos, siguen ganando dinero como siempre con sus obras y con sus conciertos, el resto busca a la SGAE para que los defienda y les llene los bolsillos sin currar y sin más máscara que su caradura echan la culpa de sus fracasos al emule. Lo peor es que ellos tambien se bajan cositas y que ademas la Sociedad defensora de los intereses ha perdido los papeles y presenta pruebas raritas como informes partidistas y copias de páginas que fueron eliminadas.

Aunque si alguien quiere estar informado, lo mejor es suscribirse a unas cuantas RSS y olvidarse de la prensa tradicional, ahora quieren educar a la gente joven para que se gaste un euro en leer crónicas de agencia y opiniones partidistas de periodistas en nómina de la ideología del medio en cuestión. No llevan máscara pero son desvergonzados e injustos, casi nunca informan ni opinan, solo imponen su opinión y desprecian al resto. El día que dejen de regalar una tonelada de libros con el periódico lo notaran.

A quien hay que quitar la máscara de una vez es a los defensores de Occidente, a los que matan a civiles en Somalia y siguen haciendo estragos en Irak. Sin embargo el Vaticano solo ve peligro en Corea e Iran. Dios mío ábreles los ojos.

Y de máscara, mascarones. Capello y Mijatovic, ya han detectado el problema despues de 2o jornadas de liga y resulta que les sobra media plantilla, algunos de ellos fichados el año pasado por una millonada. Este Calderón tiene tan mala suerte como tener el apellido del campo del Atleti.

Y todo esto a falta de un mes para carnavales.

Año I Nº 10

Un día para poner una máscara en su vida.

Gandhi & Muftí