domingo, 28 de enero de 2007

El día de las idas y venidas.


Definitivamente, estamos en un bucle, todos van y vuelven, se equivocan unos y otros cometen los mismos errores años más tarde. No se si existe alguna ley física para este fenómeno, pero si alguien analizara las situaciones con el suficiente conocimiento; la Psicohistoria de Asimov sería el cátón al lado de tamaño descubrimiento.

Un fin de semana frío y con alertas rojas, de esos para quedarse al lado de la estufa y la gente del reino de parranda. Mítines de Aznar para decir que casi acaba con ETA, de Rajoy para demostrar que manda más que Aznar y que ETA no está acabada , de Blanco para decir que Rajoy no respeta a los jueces, de Zapatero para avisar que Aznar y Rajoy son de derechas y que acabará con ETA, y todo esto en pabellones llenos de gente. Quiero pensar que el público buscaba calor en algún sitio gratis porque caso contrario no los entiendo.

De los conferenciantes muy poco que decir, Aznar volvió y nos mandó a al guerra, Rajoy quiere ir a Moncloa para luego volver, duro lo tiene D. Mariano, Blanco no quiere ni ir ni volver, está bien donde está, las críticas se las lleva otro. Y Zapatero quiere volver y aún no se ha ido. Ya ven un bucle total.

Otro de los que volvió fué Capello, se subió en una jaca veloz en lugar de un caballo ganador y entre que el propietario de la cuadra no entiende de caballos y el italiano era de letras estan dejando un jamelgo sin ningún futuro.

Uno de los que no volvió fue un paisano que se murió trabajando y tardaron 5 días en darse cuenta que había palmado. Era muy trabajador y poco comunicativo dicen sus compañeros. Preocupantes al menos las aficiones del finado.

Vuelven los empleados de Benedicto a las suyas. No quieren hacer sacerdote a un seminarista por ser jorobado alegando que no se puede ser sacerdote con defectos físicos. Otro cura pederasta es juzgado. No decía el de la cope que la homosexualidad es una enfermedad.

El que vuelve es Federer, número uno de la historia, quien vió jugar a Borj a Santana y toda aquella generación se quita el sombrero y reconoce a un campeón que además es un señor y un gran deportista.

Fuera del reino, Bush ha vuelto a recordar Vietnam, ya tiene a la gente en la calle pidiendo a gritos la vuelta de unos soldados que no pintan nada en ningún sitio. La suerte es que George no puede volver porque estos son capaces de elegirlo otra vez.

Mi amigo, el de los ángulos, me recordaba que un día envío una paloma mensajera como símbolo de paz y volvió a los dos días, magullada y con un tiro en el ala. El asocia esto al mal fario y a que hay unos cuantos que la paz no les interesa nada.

Año I Nº 28

Un día para no ir y quedarse en casa.

Gandhí & Muftí


1 comentario:

Anónimo dijo...

rosa dos ramos mendes